sábado, 27 de octubre de 2012

Néstor Vive


Por Oscar Gatica (*)

Aquel 27 de octubre de 2010 se nos iba, imprevistamente, Néstor Kirchner. Hasta para morir tuvo su estilo propio, ese que tantas veces le sirvió como iniciativa política; hacer lo inesperado. Y ese día nos sorprendió a todos. A nosotros dolorosamente.

Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada como ese viento del sur que conocemos los pampeanos; el que despeja la tormenta y pinta de azul el cielo. Traía una historia de militancia y de convicciones forjadas en sus años juveniles de estudiante en La Plata. Fue parte de la gloriosa JP. En un ámbito adverso enarboló su condición de peronista.

Su vida estuvo signada por el compromiso con ideales y causas justas que nunca abandonó. Instalada la dictadura cívico militar de 1976 marchó al sur, a su tierra; y con él fue Cristina. A ella confió sus sueños de ser Gobernador. Antes fue Intendente y después llegó a la gobernación de Santa Cruz. Allí supo hacerse amigo y compañero del ex Gobernador Don Jorge Cepernic, una especie de Regazzoli pampeano.

En el 2003 la mayoría del pueblo argentino no lo conocía. En el peronismo tampoco éramos muchos los que sabíamos de su historia militante. Empezamos a conocerlo de a poco. Lo cierto es que fue uno de los tres candidatos de origen peronista que se presentaron en las elecciones de abril de 2003. Menem obtuvo el 24% de los votos y Kirchner el 22%. Algunos tuvimos el honor de ser parte de ese 22%.

En La Pampa el entonces Gobernador Marín apoyó a Menem, y cuando éste tenía que ir a una segunda vuelta electoral lo asesoraron para que se "bajara" de su candidatura. Entonces Néstor llegó a la Presidencia con escasa legitimidad electoral. Se transformaba así en "presa fácil" de los poderes corporativos. El diario La Nación se dio el lujo de pretender imponerle públicamente un programa de gobierno.

Desde ese histórico 25 de mayo de 2003, cuando asumió la Presidencia, dejó de ser el "Chirolita de Duhalde", que algunos auguraban, y pasó a ser un Presidente con todas las letras. Hizo mucho más de lo que esperábamos y se transformó, a fuerza de pura acción y decisiones, en el líder que necesitábamos los peronistas y el pueblo argentino. Con su firme conducción la larga noche neoliberal comenzaba a quedar atrás.

Terminado su mandato en 2007, tenía una alta intención de voto, y podía ser reelecto. Prefirió que fuera "pingüina" y la candidata fue Cristina. Ella ganó las elecciones con el 45% de los votos, y tuvimos a una Presidenta como pocas veces vimos. Profundizó los cambios, y con la Resolución 125 -apoyada por los leales al proyecto nacional y popular-, se enfrentó a las corporaciones de las patronales rurales y de los medios de comunicación. Entonces, como dijo Néstor; se recibió de Presidenta. En el año 2009, en el peor escenario electoral, no dudó en ser candidato a Diputado nacional. Un gesto de convicción, valentía política y amor a su compañera. Un año después fallecía a su lado.

La historia juzgará sus méritos de político y gobernante. Nosotros creemos que estará entre los Presidentes más relevantes en la defensa de los intereses nacionales y populares, y de los que más bregó por la unidad de la Patria Grande Latinoamericana, el sueño de nuestros próceres.

Néstor fue un patriota que vivió nuestro tiempo. Por eso Néstor vive en nuestro pueblo.

(*) Oscar Gatica difundió el documento de la agrupación local "JP de los '70"

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