El 7 de
mayo de 1919 nacía María Eva Duarte, quien con el paso de los años sería la compañera
del General Perón. Aunque su compromiso más importante con la historia fue cuando
a partir del 17 de octubre de 1945, y luego desde la Fundación "Eva Perón", se
transformó por decisión del pueblo humilde y trabajador en Evita. Es a ella, a
la compañera Evita, a quien venimos a homenajear.
Es una de las figuras femeninas más fuertes no sólo de nuestro país, sino también reconocida y respetada en todo el mundo. Representante de la lucha política de las mujeres, se ha convertido en referencia ineludible en la historia argentina del siglo XX y en guía espiritual del movimiento nacional peronista.
Hoy nuestro país está viviendo un momento histórico singular. En ese camino que venimos recorriendo desde 2003 con Néstor Kirchner, y ahora conducidos por Cristina Fernández, están presentes ―junto a nosotros― todos los patriotas argentinos que han luchado por la liberación nacional, la justicia social y la unidad de la Patria Grande Latinoamericana. Entre ellos se encuentra, en un sitio destacado de la memoria de nuestro pueblo, la figura inigualable de nuestra compañera Evita.
Ella recuerda su encuentro con Perón diciendo: "Me puse a su lado. Quizás ello le llamó la atención y cuando pudo escucharme atiné a decirle con mi mejor palabra: 'Si es, como usted dice, la causa del pueblo su propia causa, por muy lejos que haya de ir en el sacrificio, no dejaré de estar a su lado hasta desfallecer.' Él aceptó mi ofrecimiento."
La militancia de Evita surge desde sus mismos padecimientos, por eso no vacila frente a las injusticias, porque comprende el significado de la discriminación, del prejuicio, de la pobreza. Se reconoce en sus semejantes, siente sus pesares y sabe que ella es la mano que tiene la posibilidad de otorgar esperanza y dignidad. Evita ha dicho: "Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo", y sentenció: "Donde existe una necesidad, nace un derecho"; en consecuencia, dedicó gran parte de sus horas para solucionar esas necesidades.
Evita decidió ser una militante de la causa del pueblo cuando tenía 25 años. Hoy miles de jóvenes en todo el país se suman, unidos y organizados, al proyecto nacional, popular, democrático y latinoamericano en marcha para construir la Patria Justa, Libre y Soberana que soñó la abanderada de los humildes y líder de los descamisados. "Volveré y seré millones", hoy es una realidad.
Es una de las figuras femeninas más fuertes no sólo de nuestro país, sino también reconocida y respetada en todo el mundo. Representante de la lucha política de las mujeres, se ha convertido en referencia ineludible en la historia argentina del siglo XX y en guía espiritual del movimiento nacional peronista.
Hoy nuestro país está viviendo un momento histórico singular. En ese camino que venimos recorriendo desde 2003 con Néstor Kirchner, y ahora conducidos por Cristina Fernández, están presentes ―junto a nosotros― todos los patriotas argentinos que han luchado por la liberación nacional, la justicia social y la unidad de la Patria Grande Latinoamericana. Entre ellos se encuentra, en un sitio destacado de la memoria de nuestro pueblo, la figura inigualable de nuestra compañera Evita.
Ella recuerda su encuentro con Perón diciendo: "Me puse a su lado. Quizás ello le llamó la atención y cuando pudo escucharme atiné a decirle con mi mejor palabra: 'Si es, como usted dice, la causa del pueblo su propia causa, por muy lejos que haya de ir en el sacrificio, no dejaré de estar a su lado hasta desfallecer.' Él aceptó mi ofrecimiento."
La militancia de Evita surge desde sus mismos padecimientos, por eso no vacila frente a las injusticias, porque comprende el significado de la discriminación, del prejuicio, de la pobreza. Se reconoce en sus semejantes, siente sus pesares y sabe que ella es la mano que tiene la posibilidad de otorgar esperanza y dignidad. Evita ha dicho: "Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo", y sentenció: "Donde existe una necesidad, nace un derecho"; en consecuencia, dedicó gran parte de sus horas para solucionar esas necesidades.
Evita decidió ser una militante de la causa del pueblo cuando tenía 25 años. Hoy miles de jóvenes en todo el país se suman, unidos y organizados, al proyecto nacional, popular, democrático y latinoamericano en marcha para construir la Patria Justa, Libre y Soberana que soñó la abanderada de los humildes y líder de los descamisados. "Volveré y seré millones", hoy es una realidad.
Corriente
Agraria Nacional y Popular (CANPO); Carta
Abierta (La Pampa); Corriente Peronista
Descamisados; Frente Transversal Nacional y Popular; JP de los '70; Kolina; La
Cámpora; La Güemes; Movimiento Evita; Mujeres K; Peronismo
Kirchnerista; Peronismo Militante
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